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Pastores: Elias y Myrna Martinez

Ahora dice el Señor a su pueblo: "Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. Isaias 43:18, 19

lunes, 18 de mayo de 2015

Tema 20.- El Sermón del Monte











Base Bíblica.- Mateo 5:1-12.
Texto para memorizar.- Mateo 5:8. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Introducción: vamos a repasar las cuatro cosas que son las bienaventuranzas.
1.       Un código de ética y norma de conducta para el creyente.
2.       Un contraste entre los valores de Dios (eternos) contra los valores mundanos (temporales)
3.       Las expectativas del  Antiguo Testamento cumplidas en el nuevo Testamento.
4.       Un contraste entre la fe superficial de los religiosos contra la fe verdadera de los hijos de Dios.
O.T. Ahora veremos la bienaventuranza del examen de conciencia.
VI.- Versículo 8. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
A).- la palabra griega para limpio es “Katharos” y tiene varios significados para nuestro castellano:
Se refería a la ropa sucia que se lavaba para que dejara de estar sucia.
Se aplicaba también al trigo que se aventaba al aire para que se le separen todas las impurezas.
Se aplica sobre los soldados despedidos del ejército para tener puros soldados leales y honestos.
Se aplica al vino si adulterar con ninguna  clase de fermentador. (El buen vino del que habla la escritura.)
Entonces entendemos que la palabra limpio significa: Sin mezcla.
Así debe ser  el corazón delante de Dios, sin Mezcla.
B).-Todo lo que realizamos por el bien del prójimo debe estar limpio de buscar provecho personal, reconocimientos, fama, heroísmo.
C).-Esta bienaventuranza exige por lo tanto, el más severo examen de conciencia. ¿Hacemos muestro bien por motivos totalmente incondicionales, o buscamos la aprobación por lo menos de nuestra propia conciencia? ¿Lo que hacemos en la iglesia es para el Señor o para nuestro propio prestigio? ¿Nuestras piadosas devociones son para glorificar a Dios o solo por costumbre? ¿Lo hacemos para tener comunión con Dios o para sentir satisfacción en nuestro espíritu? ¿Cultivamos una vida de rectitud  moral por agradar a Dios o por evitar remordimientos de conciencia?
Al realizar un autoanálisis sincero y limpio  llegamos a la conclusión que muchas veces nuestros motivos son diversos y discutibles.
Conclusión: Cuando mantenemos el corazón puro; es decir; la honestidad y humildad con la que hacemos las cosas, es entonces que podemos ver a Dios. Nuestros motivos serán  incondicionales, no pretenderemos reconocimiento o prestigio, ni mucho menos un pago. Hacemos las cosas con la sencillez de un alma limpia, sin buscar nada a cambio. Es entonces que vemos a Dios no en la Gloria a partir de este mundo, sino que en este mundo lleno de maldad es donde veremos a Dios.
Aplicación: ¿Qué placer seria para el de corazón impuro, que solo anhela ganancias y prestigio ver a Dios? ¿Qué gozo encontrarían  en el cielo los que solo anhelan los bienes terrenales?
Debemos  orar como David en el salmo 51:10 crea en mi oh Dios un corazón limpio.
Cuando venimos a Cristo, eso es  precisamente lo que hace. Limpiar nuestro corazón.




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