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Pastores: Elias y Myrna Martinez

Ahora dice el Señor a su pueblo: "Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. Isaias 43:18, 19

martes, 7 de octubre de 2014

JESÚS ES EL SEÑOR DE NUESTRA VIDA, EN MEDIO DE LOS PROBLEMAS


Pasaje bíblico:
Gen 22:1Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Gén 22:2  Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Gén 22:3  Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
Gén 22:4  Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.
Gén 22:5  Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.
Gén 22:6  Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
Gén 22:7  Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
Gén 22:8  Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
Gén 22:9  Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar(A) sobre la leña.
Gén 22:10  Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
Gén 22:11  Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Gén 22:12  Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

Versículo para memorizar:
Gál 6:9  No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Objetivos:
·         Darle la importancia debida a las pruebas que se presentan a la hora de servir.
·         Saber exactamente hacia quien dirigimos nuestro compromiso
·         Conocer la relación que existe entre compromiso y consagración
Dios quiere revelar nuestras fortalezas y debilidades de carácter para que seamos perfeccionados, y sepamos qué tan comprometidos estamos con El; pues, es algo que no sabremos hasta que hayamos sido probados.
Nuestro compromiso es probado por dos razones:
1.      Dios quiere revelar su fidelidad. La verdadera fidelidad se revela en momentos de crisis. Por tal motivo, Dios nos enseña que el único que nunca nos falla y que siempre está con nosotros, sin importar las circunstancias y dificultades, es El.
Heb 11:11  Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
2.      Dios quiere que crezcamos en fe. Cuanto mayor sea la prueba, mas tenemos que ejercitar nuestra fe; y cuando más confiamos y vemos los resultados, mas obedientes podemos ser.

1Co 10:13  No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
¿Cuál es la actitud que debemos tomar al conocer esta nueva verdad? Debemos tomar serias resoluciones, de buscar más la presencia de Dios, de servirlo más y darle cada vez más de nosotros mismos.
¿Cuál es el propósito del compromiso?
·         Ser usado por Dios
·         Servirle a El
¿Con quién o hacia que debe ser mi compromiso?
Nuestro compromiso debe ser con Dios; y si es un compromiso verdadero, debe ser integral, es decir, con nuestra familia, con la visión de la iglesia, con el Pastor, con nuestro trabajo, etc. Que nuestro si, sea si y nuestro no, sea no.
Si usted quiere ser usado por Dios y no está dispuesto a obedecer, pierde su tiempo; pues, comprometerse es someterse en obediencia a las autoridades. Si usted no pude obedecer a un hombre que ve, como podrá ser obediente a Dios, si a Él no lo ve. La obediencia es vital para ser usado por Dios. Si va a ser obediente, debe ser un hombre o una mujer que conozca la palabra y se mantenga en oración continuamente. Por ejemplo, Elías era un hombre de oración que concia bien la palabra de Dios.
Stg 5:16  Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Stg 5:17  Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
La palabra le dice a usted que hacer, y la oración es lo que hace que suceda o que se cumpla lo que dice la palabra.
Debemos darle nuestra obediencia a Dios, no solo cuando entendemos lo que nos pide, sino también, cuando sus deseos u órdenes nos parecen ilógicos.
¿Usted sería capaz de obedecer si solamente tiene comida para un día y Dios le pide que le de dinero a una persona que ni siquiera conoce? Es, en esta circunstancia, en que usted se prueba a sí mismo y a Dios si es capaz de obedecer aun cuando no le gusta lo que tiene que hacer o no le encuentra lógica. Debemos consagrarnos a Dios todos los días. Por eso, hay que saber ciertos factores acerca de la consagración. Primero, la consagración es un sacrificio que nos aparta para Dios y afecta todas las áreas de nuestra vida (Hogar, hijos, conyugue, carrera, finanzas, sueños). Implica, además, pagar el precio, enfrentar la soledad, que a veces trae el servirle, etc. Consagrarnos es dar nuestro tiempo, comportarnos de manera consistente, negarnos al “YO” y no buscar ser recompensados.
Rom 12:1  Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
¿Cuál es la base de nuestra consagración?
La base de nuestra consagración está en el haber sido comprado por Dios.
1Co 6:20  Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
La consagración no tiene su base en nuestro estado de ánimo, sino en el hecho de habernos comprado, y a un precio muy alto. Sin embargo, esto no quita que entre más nos consagramos, más oposición vamos a tener.
¿Cuál fue el precio que El pago por nosotros?
1Pe 1:19  sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
¿Cuál es el motivo de la consagración? El amor a Dios.
2Co 5:14  Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;
2Co 5:15  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Constreñir: (obligar, forzar a que se haga algo; apretar y cerrar como oprimiendo).
La consagración no solamente tiene su base en que Él nos compró, sino también, en que Dios le pone el toque de su amor para hacerlo más emocionante.
¿Cuál es el propósito de la consagración? Ser usado por Dios (anhelo de todo creyente)
“permitir” que Dios trabaje en mí; “para” luego yo, poder trabajar para El.
¿Cuál es el obstáculo más grande para nuestra consagración? “nuestro ego”, nuestro “YO”. ¿Qué es el YO o el EGO?
Mat 16:21  Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Mat 16:22  Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
Mat 16:23  Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Mat 16:24  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mat 16:25  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Pedro siempre daba opiniones acerca de cómo debían hacerse las cosas; pero, esto era su EGO manifestado, el YO. Pues, Pedro era un hombre de fuerte voluntad y de imponerse. Martha, la hermana de Lázaro, también tuvo una actitud similar cuando dijo: “si hubiese estado Maestro”… Estaba condicionando el poder de Jesús a como ella creía que deberían haberse dado las cosas.
El “YO” es la representación bíblica del “hombre viejo”, que es:
·         Aquel que fue creado en un principio y que luego cayo de la gracia de Dios
·         La vida del alma (Personas que hacen las cosas almaticamente)
·         El dominio del ego
·         La vieja vida
·         La carne
·         El mal genio; pues es la disposición natural del viejo hombre
·         La habilidad o el ingenio natural en el hombre
¿Cómo puedo trabajar con el “YO”? Llevándolo a morir en la cruz de Cristo.
Rom 6:6  sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.


Gál 2:20  Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 

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