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Pastores: Elias y Myrna Martinez

Ahora dice el Señor a su pueblo: "Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril. Isaias 43:18, 19

lunes, 8 de septiembre de 2014

LA OBEDIENCIA


Deu 11:13  "Y sucederá que si obedecen mis mandamientos que les ordeno hoy, de amar al SEÑOR su Dios y de servirle con todo su corazón y con toda su alma,
Deu 11:14  El dará a la tierra de ustedes la lluvia a su tiempo, lluvia temprana (de otoño) y lluvia tardía (de primavera), para que recojas tu grano, tu vino nuevo y tu aceite.
Deu 11:15  "Y El dará hierba en tus campos para tu ganado, y comerás y te saciarás.
Versículo para memorizar: Pro 12:15  El camino del necio es recto a sus propios ojos, Pero el que escucha consejos es sabio.

Objetivos:
·         Reconocer la importancia de la obediencia en nuestra vida.
·         Identificar las razones por las cuales desobedecemos Dios.
Introducción:
La obediencia es un factor muy importante en nuestra vida, y por medio de ella, podemos recibir muchas bendiciones y alcanzar la madurez espiritual. A veces, muchas personas encuentran la obediencia como algo molesto; si este es su caso, debe preguntarse si en su corazón todavía hay orgullo e independencia de Dios. La persona que tiene orgullo es aquella que piensa: “yo puedo hacerlo solo”, “yo sé lo que hago”, “yo no tengo que preguntarle a nadie”, “yo estoy muy grande para que alguien me diga lo que debo hacer”, y así sucesivamente.
Obediencia: es someterse a la autoridad por temor y para evitar consecuencias; es un acto externo.
Sumisión: es ponerse bajo o a la orden de una autoridad con una actitud interna de gozo. Es obedecer con deleite y no por evitar consecuencias; por lo tanto, la sumisión es algo interno.
Como podemos ver, la obediencia y la sumisión van ligadas debido a que la mayoría de las veces, la obediencia es un buen comienzo para llegar a la sumisión. No obstante, debemos entender que la obediencia, que es el resultado o la acción correspondiente de una persona que ha sido persuadida y convencida de que algo es verdad; por lo tanto, obediencia es también, un acto de fe.
En muchas ocasiones, el Espíritu Santo, a través de alguien o de usted mismo, le persuade o le inquieta acerca de una verdad sobre un asunto o área en específica, pero usted lo pasa por alto y decide no obedecer. Estas verdades pueden ser: la verdad acerca del diezmo y las ofrendas (la bendición que esto implica), la verdad acerca del perdón, de la mentira, del amor a nuestro hermano y de la familia (como padre, como esposo, como madre, como esposa).
Algunos aspectos importantes acerca de la obediencia
·         Cuando obedecemos a Dios, su bendición nos alcanza.
·         La obediencia no es el resultado de algo que se impone a la fuerza, sino de la convicción que tenga la persona acerca de determinado asunto.
·         La obediencia no solo es un acto externo sino un asunto del corazón. El que obedece, ama a Dios con todo su corazón.
·         La obediencia a Dios debe ser un acto espontaneo y natural.
Conozcamos ahora dos grandes razones por las cuales desobedecemos a Dios:
·         Porque no le amamos lo suficiente.
·         Porque no estamos convencido de aquello que Dios nos demanda.
Por ejemplo:
ü  ¿Por qué no oramos? Si la oración es la comunión con Dios; o ¿todavía no lo creemos así?
ü  ¿Por qué nos airamos y pecamos? ¿es que acaso no confiamos en la justicia de Dios?
ü  ¿Por qué dudamos? Si el que duda no recibe nada.
ü  ¿Por qué nos quejamos? Si la queja no le agrada a Dios.
ü  ¿Por qué no nos congregamos? Si Dios nos manda a que no dejemos de congregarnos.
ü  ¿Por qué no perdonamos? Si la falta de perdón desagrada a Dios.

El espíritu Santo nos convence y nos persuade para actuar y obedecer sus mandamientos, y amar a Dios con todo el corazón.
Si no le amo lo suficiente, estoy convencido de patrones negativos como lo mencionado anteriormente; pues mi amor por Dios no es lo suficientemente fuerte como para ceder mi voluntad a Dios y obedecer.
Al ser humano se le ha dado un libre a albedrío no para hacer lo que mejor le parezca, sino para obedecer a Dios motivado por el amor hacia Él. Nuestra obediencia radica en la fe y en el convencimiento que tenemos acerca de su palabra; pues si no existen estos dos ingredientes o tenemos escasez de los mismos, nos costara mucho ser obedientes.

La obediencia puede ser incondicional o condicional; veamos los siguientes ejemplos:
Mat 4:19  Y les dijo: "Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres." “condicional”
Mat 8:22  Pero Jesús le contestó: "Ven tras Mí, y deja que los muertos entierren a sus muertos." “incondicional”
Todo lo que tenemos y somos, le pertenece a Dios. Por ejemplo, la vida, el gozo, los dones, los talentos, las cualidades y toda cosa material; pero aun así hay algo que no le pertenece a Él, y es nuestra voluntad. Y la obediencia es el acto de nuestra voluntad para actuar, hacer y vivir lo que Él ha dicho.
¿Cómo Dios mide el éxito de un creyente, de un ministerio y de un hijo o hija?
·         No es por lo mucho que trabaje para Dios.
·         No es por cuantas obras he realizado (Dios no le ha mandado a hacer eso).
·         No es por cuantos miembros tenga su ministerio.
·         No es por cuantas iglesias ha edificado.
El éxito de un creyente se mide por su grado de obediencia a la palabra de Dios. Es decir, el nivel de bendición en su vida va a ser determinado por el grado de su obediencia a Dios.



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