LAS TRES GRANDES LEYES ESPIRITUALES.

Base bíblica:

 Sed,  pues,  misericordiosos,  como también vuestro Padre es misericordioso.

      No juzguéis,  y no seréis juzgados;  no condenéis,  y no seréis condenados;  perdonad,  y seréis perdonados. Dad,  y se os dará;  medida buena,  apretada,  remecida y rebosando darán en vuestro regazo;  porque con la misma medida con que medís,  os volverán a medir. Lucas 6:36 -38

Texto:

      No nos cansemos,  pues,  de hacer bien;  porque a su tiempo segaremos,  si no desmayamos. Gál 6:9 

Objetivos:

Ø  Reconocer la Importancia de las leyes espirituales.

Ø  Aprender a como cumplir las leyes espirituales.

Ø  Conocer las consecuencias de violar las tres leyes espirituales.

Introducción:

Las tres leyes espirituales son:

·         Horrar al padre y la madre.

·         No juzgar para no ser juzgados.

·         Todo lo que el hombre sembrare, eso también segara.

Hay muchas personas, que no conocen que es una ley espiritual y por eso  violan estas leyes y eso los mete en un agujero sin fondo y nunca salen de sus problemas.

Una ley espiritual. Es un principio que siempre funciona, y cualquiera que los ponga en práctica, para bien o para mal cosechara tarde o temprano, el fruto de sus decisiones

Por tal motivo necesitamos conocer estas leyes de una manera detallada.

1.      Honrar al padre y a la madre.

¿Qué significa honrar? Obedecer, valorar, estimar, respetar, amar, perdonar y además, ayudar financieramente. Hay muchos padres que no se han conducido correctamente pero, eso no exime a los hijos de su responsabilidad, como hijos de Dios de honrarlos.

Honra a tu padre y a tu madre,  como Jehová tu Dios te ha mandado,  para que sean prolongados tus días,  y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Deut 5:16 

Hay hijos que maltratan física y verbalmente a sus padres  algunos se atreven a levantar el puño contra de ellos. De  seguro ellos cosecharan tarde o temprano la deshonra que sembraron.

¿Cómo podemos honrar a nuestros padres?

·         Emocionalmente. Mostrándoles amor en momentos difíciles y compartiendo tiempo con ellos.

·         Verbalmente. Muchas veces nuestros padres están equivocados en su manera de pensar, pero eso no les da el derecho a los hijos en faltarles el respeto verbalmente. Por eso, tenga mucho cuidado de cómo les habla a sus padres, no les levante la voz ni los insulte.

·         Financieramente. Cuando los padres llegan a un momento en que no se pueden valer por si solos, los hijos deben asumir la responsabilidad financiera por ellos y cubrir sus necesidades; esto le agrada a Dios.

 Honra a tu padre y a tu madre,  que es el primer mandamiento con promesa; Efe 6:2

Los beneficios que se obtienen al cumplir con esta primera ley es que nos irá bien en todo lo que hagamos  y tendremos larga vida sobre la tierra

2.      No juzgar para no ser juzgados.

Que es juzgar? Hacer un juicio, sentencia  o condena. Es cuando una persona se pone en la posición de juez para decidir la culpabilidad de otra o de sí mismo.

Tomar la posición de Dios, el Juez justo, es pecado. Hay personas que tienen el espíritu de critica tan fuerte que juzgan todo lo que respira y todo lo que se mueve. Todos sus comentarios son de juicio.

¿Cuál es la diferencia entre juzgar y discernir? Lo que la mayor parte de la gente hace constantemente, es juzgar; pero muy pocos se toman el trabajo de discernir. Discernir, se refiere a diferenciar lo malo y lo bueno, callar y orar; y dado el caso corregir con misericordia. En cambio juzgar es condenar.

Cuáles son los resultados de Juzgar?

·         El que Juzga viene hacer como aquel a que yo que juzgo. Ejemplo: si tú dices:

“mi hijo no se casara con una persona morena o indígena” lo más seguro es que esto es lo que va suceder y tendrá las características que usted mas detesta.

·         La vida espiritual y física se estanca. (auto condenación)

Por lo cual eres inexcusable,  oh hombre,  quienquiera que seas tú que juzgas;  pues en lo que juzgas a otro,  te condenas a ti mismo;  porque tú que juzgas haces lo mismo.  Más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. Rom 2:1,2

No hay crecimiento para el que juzga por lo tanto debe arrepentirse.

El ser humano tiene por costumbre juzgar la conducta o actitud de los de más es algo, prácticamente automático que debemos a prender a controlar. Los siguientes son algunos de los juicios que pronunciamos contra:

El esposo. No es amoroso, es insensible, irresponsable, egoísta, inseguro, posesivo celoso interesado en una sola cosa

La esposa. Es manipuladora, perfeccionista, criticona rebelde nunca se satisface o queda complacida

El jefe. Es duro tacaño, de mal carácter, irrespetuoso.

El pastor. Es orgulloso, sin amor, hipócrita, no oye a Dios se interesa en el dinero, es inexperto, le gusta a agradar a los hombres.

Dios. Se tarda no oye, no ama  porque hay guerras, porque hay mucha pobreza. Dios castiga al hombre y a él no le importamos.

COMO JUZGA DIOS?

No importa cómo ve usted las cosas, lo más importante es como Dios la ve y las mide; y el no ve las circunstancias como nosotros las vemos, por ejemplo: si una persona siempre tiene una actitud obediente pero en su corazón hay orgullo Dios mira su corazón y no lo que hace.

Stg 4:12  Uno solo es el dador de la ley,  que puede salvar y perder;  pero tú,  ¿quién eres para que juzgues a otro?

Stg 4:10  Humillaos delante del Señor,  y él os exaltará.

Stg 4:11  Hermanos,  no murmuréis los unos de los otros.  El que murmura del hermano y juzga a su hermano,  murmura de la ley y juzga a la ley;  pero si tú juzgas a la ley,  no eres hacedor de la ley,  sino juez.

Stg 4:12  Uno solo es el dador de la ley,  que puede salvar y perder;  pero tú,  ¿quién eres para que juzgues a otro?

3.      Todo lo que el hombre sembrare, eso segara.

Esta ley es equivalente al dicho del mundo que dice: “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti” pero la biblia dice has a los demás lo que quieras que hagan contigo.

Mat 7:12  Así que,  todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,  así también haced vosotros con ellos;  porque esto es la ley y los profetas.

Sembrar: es hacer o dar a otro algo, ya sea un bien, una buena dadiva, o un mal.

Segar o cosechar: es recoger o recibir el fruto de lo sembrado.

De la misma manera en el mundo espiritual se crea un ciclo donde siembras un bien y recoges un bien o por el contrario, siembras mal y recibes mal. Como todas las otras leyes esta tampoco falla lo que hoy vivimos es el resultado directo de lo que sembramos en otros en el transcurso de nuestra vida. Es importante revisar que hemos hecho que hemos dado, con cuanto amor hemos tratado a los que nos rodean conocidos o desconocidos. Si en su corazón siente que en esta área de su vida puede o debe de cambiar hágalo su futuro y el de sus seres queridos cambiara, porque todo bien ellos lo cosecharan. Que sembraremos? Amor, dinero, tiempo. Lo que sembremos ya sea para el espíritu o para la carne eso segaremos.

Gál 6:7  No os engañéis;  Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,  eso también segará.

Gál 6:8  Porque el que siembra para su carne,  de la carne segará corrupción;  mas el que siembra para el Espíritu,  del Espíritu segará vida eterna.

Gál 6:9  No nos cansemos,  pues,  de hacer bien;  porque a su tiempo segaremos,  si no desmayamos.

Gál 6:10  Así que,  según tengamos oportunidad,  hagamos bien a todos,  y mayormente a los de la familia de la fe.

Muchas veces cosechamos en el mismo momento que sembramos; en otras ocasiones toma más tiempo, a veces meses o años pero de algo tenemos que estar seguros, lo que sembramos lo recogeremos.