Pasaje bíblico:
1Sa 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su
parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no
mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus
ojos, pero Jehová mira el corazón.
Versículo para
memorizar:
Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí
tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al
mundo.
Objetivos:
·
Darle visión a los integrantes del
grupo para que no se enfoquen en cosas pequeñas, sino que puedan ver el parco
global.
·
Animar a los integrantes del grupo
para que indaguen en su llamado.
·
Darles un punto de referencia para que
puedan identificar lo que hay que ignorar y cuando pelear; dejándoles claro que
la lucha no es contra carne ni sangre sino contra el diablo y sus planes.
Introducción:
A veces, en medio de las circunstancias
no sabemos cómo actuar, dudamos y no sabemos si debemos pelear o ignorar las
situaciones. Por esto, debemos estar conectados con Dios en todo momento. Él nos
dará sabiduría y podemos actuar en su voluntad. Es verdad que debemos estar
alerta a cualquier amenaza del enemigo; pero, también, debemos tener en cuenta
que, la mayoría de las veces, lo único que este está buscando es que desviemos
nuestra mirada y nuestra atención de lo que es verdaderamente importante.
El mensaje de hoy: ¿Cuándo ignorar y cuando
pelear?
Cuando un creyente conoce el propósito
de Dios en su vida, lo cree y ama al Señor con todo su corazón, de tal manera
que, aunque venga la peor tormenta, no deserta. Es muy difícil que algo logre
desenfocarlo, porque rápidamente busca la guía del Espíritu Santo y pone por
obra sus consejos. Pero imagínese usted, lo que le sucedería a una persona que
no sabe para qué fue creada, ni sus dones ni sus talentos; cualquier cosa la
desenfoca.
Cuando oyó
Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran
manera, e hizo escarnio de los judíos. Nehemías 4:1
Habrán muchas
personas, a lo largo de nuestra vida, que querrán distraernos, intimidarnos,
que nos amenazaran y trataran de decirnos lo que podemos y lo que no podemos
hacer, con una actitud arrogante, para menospreciar lo que Dios nos ha dado,
pero en este caso, hay que ignorar lo que dicen. Todo lo que tenga como fin,
distraernos del trabajo de Dios o de algo que nos dará como resultado una bendición,
debemos ignorarlo. Cualquier actitud o circunstancia que venga a nosotros para
desanimarnos o insultarnos debe ser ignorada. Recuerde que Dios no nos prometió
proteger nuestros sentimientos.
Además, las
personas que se preocupan por sus sentimientos NO están capacitadas para ser líder
ni alcanzar sus promesas. ¿Es usted una persona que se preocupa por proteger
sus sentimientos? Examínese. Si quiere ser un líder, debe cambiar su actitud,
porque las personas que son demasiado sensibles no están capacitadas para guiar
a nadie. Es imposible que a un líder no lo hieran; además, se supone que todos
los creyentes ya han muerto al YO, a su carne, y ya la crítica no puede
afectarlos. Los líderes reciben traiciones y sufren heridas de continuo. El verdadero
líder tiene la facultad de auto animarse para poder infundirles ese mismo animo
a otros. Cuando el enemigo quiere desanimarlo, distraerlo o intimidarlo, dígale:
“¡Ni siquiera lo intentes!”, porque yo fui escogido (a) para cumplir el propósito
de Dios y provocar cambios en este mundo.
En el
cumplimiento de nuestro llamado o propósito, vemos cinco maneras de provocar un
cambio.
1.
Usted
fue llamado a hacer aquello que más le interesa o ama.
Si quiere cambios, esfuércese en hacer lo que realmente le interesa, aquello
que le apasiona. Otra forma de decirlo es, que usted está llamado a arreglar o
solucionar lo que más lo enfurece, lo que más le casusa compasión o preocupación.
2.
Debe
tener la fe para creer que usted puede hacer la diferencia. Pero,
¿Cómo?; conociendo su propio llamado. Todos tenemos algo que dar, y en base a
nuestro llamado, dones y talentos, Dios nos capacita, nos da las gracias y el
favor para hacerlo. No sienta temor de que esto pueda no provenir de Dios. ¡la
gente lo va a escuchar! Ninguna persona puede impactar a otra si ella misma no
tiene la convicción de su propio llamado; y lo primero que tiene que saber es
que tiene algo para dar a otro. No incurra en la falsa humildad; pues es
importante que, sin exagerar, sepamos lo que somos y tenemos; y así no
menospreciemos lo que Dios ha invertido en nosotros.
v
Si usted tiene la fe para creer que
puede hacer la diferencia, entonces ¡hará la diferencia!
v
Tenga la fe para creer que usted puede
hacer la diferencia en su matrimonio, en la ciudad donde vive y en todo lo que
le rodea. ¡si usted puede ver lo invisible, puede recibir lo imposible!
3.
Use
el favor de Dios sin motivos egoísta. Nehemías uso el
favor de Dios para ministrarle al pueblo, para provocar un cambio en toda la nación.
Si el favor y la gracia es de Dios se
usan adecuadamente, podemos recibir su bendición; pero, si se usan pensando en
uno mismo, no van a tener fruto.
4.
Su
comodidad debe llegar a ser menos importante que su causa.
Hay personas que quieren permanecer cómodas, y por esto nunca pueden lograr
cambios en su vida ya su alrededor. Esta actitud convierte a las personas en
necias; ya que esperan cambios, pero mantienen la misma actitud y el mismo
comportamiento sin variar. Usted tiene que tener una causa por la cual pelear y
buscar estrategias en oración; el Señor le dará diseños e ideas creativas que
lo llevaran a obtener los cambios que anhela.
5.
Tome
y asuma la responsabilidad de sus errores. Cada uno
de nosotros debe responsabilizarse por las cosas malas que nos pasan.
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