Base Bíblica:
Deut. 8:1 Cuidaréis de poner por obra
todo mandamiento que yo os ordeno hoy,
para que viváis, y seáis
multiplicados, y entré
is y poseáis la
tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres.
Deut 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te
ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Texto para memorizar: Isa 41:13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
Objetivos:
·
Animar a las personas a sobrepasar las
situaciones difíciles de la vida.
·
Enseñar la actitud correcta para atravesar un
desierto.
INTRODUCCIÓN:
En muchas ocasiones, cuando hablamos de desierto, no nos
imaginamos todo lo que podemos aprender durante el proceso y menospreciamos lo
que Dios puede hacer en nuestras vidas. Atravesar un desierto no es fácil, pero
trae cambios eternos. Hay que tener en cuenta que Dios no nos dará algo con lo
que no podemos lidiar, ni algo que no podemos soportar. Para poder sacarle e
mayor provecho a los desiertos, aprenderemos: que son, que nos enseñan y como
atravesarlos victoriosamente.
QUE ES UN DESIERTO:
Es un lugar, una circunstancia, una crisis en la vida,
durante la cal se prueba de que estamos hechos. Un desierto es un símbolo de
problemas, crisis, etc. Y cada uno de nosotros ha pasado uno en algún momento
de la vida. Por ejemplo: Jesús y el pueblo de Israel.
Cuáles son las características de un desierto?
v
Durante el día, el calor es insoportable.
v
Por la noche, hace mucho frio.
v
Es un lugar de mucha soledad.
v
Es un lugar donde se despierta una gran sed.
v
Es un lugar donde abundan las serpientes.
Cuál es el propósitos por el cual nosotros pasamos por el
desierto?
1. ARRAIGAR NUESTRA IDENTIDAD COMO HIJOS.
2.
Mat 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al
desierto, para ser tentado por el
diablo.
3.
Mat 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y
cuarenta noches, tuvo hambre.
4.
Mat 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
A veces los seres humanos depositamos nuestra confianza en
las tareas que desempeñamos o en los puestos que ocupamos. Esto nos trae una
sensación de seguridad tan grande, que se nos olvida que nuestra seguridad no
debe estar basada en lo que hacemos sino en lo que somos en Dios. Como
consecuencia, cuando nos quitan un cargo o nos sustituyen por otra persona,
sentimos que el mundo de nos cae encima. El enemigo le estaba sugiriendo que
probara quien era, haciendo ciertas cosas, pero él le dijo que no necesitaba
hacer nada para demostrar que El es Dios. El desierto nos cimenta, nos arraiga
en nuestra identidad como creyentes. No importa si nos mueven de posición, si
nos quitan lo que amamos o si perdemos algo valioso; nuestra identidad está en
que somos hijos de Dios.
2. PROBAR
NUESTRO CORAZÓN.
Deu 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te
ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Cuando una persona está bajo presión sale a relucir a la
superficie, lo que es por dentro. Dios, algunas veces, permite estos desiertos
en nuestra vida, para que nosotros mismos nos demos cuenta de lo que hay en
nuestro interior, ya que la mayoría de las veces nosotros mismos no sabemos lo
que somos. Cada vez que estemos pasando por un desierto, observemos que es lo
que sale a la superficie, puede ser ira, rebelión, murmuración, culpabilidad,
etc. Si este es el caso, debemos cambiar nuestra actitud.
3. PREPARARNOS PARA UNA GRAN VICTORIA.
Deu 8:6 Guardarás,
pues, los mandamientos de Jehová
tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.
Deu 8:7 Porque Jehová tu Dios te introduce en la
buena tierra, tierra de arroyos, de aguas,
de fuentes y de manantiales, que
brotan en vegas y montes;
Deu 8:8 tierra de trigo y cebada, de vides,
higueras y granados; tierra de
olivos, de aceite y de miel;
Deu 8:9 tierra en la cual no comerás el pan con
escasez, ni te faltará nada en
ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
Deu 8:10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena
tierra que te habrá dado.
Al otro lado del desierto, siempre hay una bendición grande
esperándonos. Aunque la espera sea larga y las circunstancias difíciles,
tenemos esperanza. Y dependiendo la actitud, será el tamaño de la bendición, es
exactamente lo que le sucedió a Jesús.
4.
APRENDER OBEDIENCIA.
Todo creyente que aprende a obedecer en momentos difíciles, también lo
hará en momentos fáciles. Los desiertos traen a nuestra vida el deseo de
obedecer a Dios incondicionalmente. La obediencia puede ser de dos maneras:
condicional e incondicional. ¿Usted sabia que la mayor parte de los problemas
que tiene la gente es producto de su desobediencia a la palabra de Dios?
5.
COMO OBTENEMOS VICTORIA EN EL DESIERTO?
Isa 51:1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis
cortados, y al hueco de la cantera de
donde fuisteis arrancados.
Isa 51:2 Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo
llamé, y lo bendije y lo multipliqué.
Isa 51:3 Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto.
Si muestras una actitud de alabanza y de adoración Dios abre un camino
en el desierto porque solamente la alabanza y la adoración cambian el ambiente
y demuestran que ya estamos listos para salir del desierto,
Hch 16:25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Hch 16:26 Entonces sobrevino de repente un gran
terremoto, de tal manera que los
cimientos de la cárcel se sacudían; y al
instante se abrieron todas las puertas,
y las cadenas de todos se soltaron.
Pero si nosotros vivimos quejándonos y murmurando por el desierto que
estamos atravesando, no vamos a salir pronto del desierto porque; entre más te
quejes más grande se hace tu problema, eso fue lo que le paso al pueblo de
Israel, Dios no tolera, a los rebeldes, a los desleales, a los que murmuran y
se quejan.
Éxo 16:2 Y toda la congregación de los hijos de Israel
murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;
Éxo 16:3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá
hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para
matar de hambre a toda esta multitud.
¿Qué vas a hacer ahora
cuando atravieses el desierto? Vivirás quejándote o alabaras a Dios y lo
adoraras?.
Como dice nuestro pastor en
la iglesia cada vez que estés en un problema o atravesando el desierto y te
pregunten como estas tú? vas a responder “ESTOY EN PROCESO DE
CRECIMIENTO”
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